Para intentar ponernos de acuerdo acerca de este controvertido tema, vayamos primero a lo más obvio: las tres son bebidas a base de espresso y leche. Más allá de eso, casi todo está en discusión. Que si uno es más grande que otro, que si se preparan con uno o dos shots de espresso, que si la leche se texturiza en forma distinta… Es difícil ponerse de acuerdo, porque no existe una receta única y estos tres best-sellers de las cafeterías de especialidad en la práctica se preparan de forma distinta en diferentes países, diferentes ciudades, diferentes barrios ¡y hasta en diferentes turnos en la misma cafetería!
Un primer acercamiento al consenso indica que el latte y el cappuccino en general se preparan con un shot de espresso, mientras que el flat white generalmente lleva dos shots. También hay cierto acuerdo en que el latte lleva bastante más leche que el flat white y que el cappuccino tiene más espuma (y con una textura más aireada) que el flat white.
Intentando resumir:
LATTE: un shot de espresso en una taza de 200ml o más que se completa con leche y poca cantidad de espuma. Es la bebida indicada si buscás menor sabor a café y mayor presencia de leche.
CAPPUCCINO: tradicionalmente estaba basado en la receta de los tercios (una parte de espresso, una parte de lecha y una parte de espuma). Lleva menos leche que el latte y más leche que el flat white. Es el que tiene mayor cantidad de espuma de los tres (y la texturización de las burbujas puede ser más grande), también se le puede agregar chocolate rallado.
FLAT WHITE: dos shots de espresso – o ristretto doble (aunque en algunos lugares de Australia se hace con un solo shot) en una taza de hasta 200 ml que se completa con leche y muy poca cantidad de espuma (microtexturizada). Es el indicado si buscas un sabor intenso a café.