Varias investigaciones bien fundadas han demostrado que las características físicas del recipiente en el que bebemos el café (su forma, tamaño, peso, textura y color) tienen un impacto fundamental en la forma en que percibimos su aroma y sabor. Algunos de los sorprendentes hallazgos de estos estudios es que las tazas (y también los empaques) de color rosado amplifican la percepción de dulzor, mientras que el color negro se encuentra relacionado con un mayor amargor o cuerpo y el verde o amarillo con la acidez. Las formas redondeadas también acentúan la sensación de dulzor, un mayor peso de la taza da la impresión de mayor cuerpo y si el material es suave produce una mayor sensación de dulzura y equilibrio, mientras que si es poroso se tenderá a percibir la bebida como más ácida o astringente. El café de especialidad avanza día a día y tal vez haya llegado el momento de imitar a la industria de las bebidas alcohólicas y comenzar a utilizar distintos diseños de recipientes a los fines de realzar aspectos específicos de la maravillosa experiencia de beber café.

En la primera línea mundial de este fascinante campo de la percepción multisensorial del café se encuentra la Lic. Fabiana Carvalho, quien como neuropsicóloga (y descendiente de una familia de caficultores de Brasil) dirige el proyecto @TheCoffeeSensorium donde se analizan todos estos temas (y dictan cursos muy interesantes).

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